miércoles, 27 de enero de 2010
La libertad tiene sus puntos cardinales
Fijo la mirada en el silencio,
esta libertad de serrucho
permite elegir qué par de alas ponerse.
Puedo volar
pomposa o dorada
con alas nacionales
o importadas de Alalandia.
Quiero comprar la libertad
de tener un cuerpo
-totalmente- desmontable.
Saco mi cabeza
la pongo en tu cuello;
te doy mi mano.
Tres kilos de más
se eliminan en el Mercado de Cuerpos, querida.
y nos vamos con tus pies
a alguna parte.
Bailo.
ahora bailo incansablemente
con mi torso de odalisca destornillada.
arreglo molinos a domicilio
y barro los recuerdos de tu alfombra.
Sé de tu enfermedad
desde el sur
¿ el cáncer también es desmontable?
médulas de repuesto
se consiguen
en los laboratorios
“Inmortalidad”.
Morirse es para los aburridos
para los cansados o los tristes.
Te lo escribo con la mano
en el papel donde dibujan tus letras
el lápiz con alas, la tinta democrática.
Antes que la libertad de serrucho
me venga a decir
¿cómo puede ser?
¿cómo diablos puede ser?.
Yanina Escalante
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