lunes, 11 de enero de 2010

Extraviada



Extraviada en Berlín,
hojas secas sobre el asfalto,
alfombra mullida
y los pies se hunden
en profundo descanso.

Nubes blancas
cielo celeste,
tarde de otoño en Moscú.

Un laberinto
indescifrable de secretos
calles sin cartel.

Atardece en Londrés,
el humo cubre la ciudad,
con signos de interrogación
en mi mirada.

Mis piernas me conducen
y Berlín,
Moscú,
Londrés,
el mismo lugar.

La noche se enciende en Oslo,
bares escondidos
calles sin salida
seres olvidados
en barras de alcohol y humo.

Llevo días
viajando por ciudades desiertas,
gotas de rocío y
lágrimas detenidas
en mi rostro,
lágrimas congeladas,
un camino cercenado.

Este viaje no llega a su fin,
Estocolmo despierta
entre niebla y humedad,
instantáneas dibujadas
construyen una historia sin fin.

He perdido el mapa
que indica el retorno a casa,
a alguna casa.

Paula Putero

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