sábado, 2 de enero de 2010

El amor


Estas en cada valle, montaña, lago
Abierto a las miradas dispuestas

Oculto a las ligeras

Quien lo desee puede tenerte
Hasta en un desierto inhóspito

Tu opuesto se muestra siempre
Se piensa triunfante, esta ahí
Devorando espíritus encarcelados

Toma el carril izquierdo de su cuerpo
e instala a su lado, la espera

yaces ahí, ofreciéndote sin palabras
A las miradas hambrientas que no saben, no miran, no sueñan.

Roxana Ficco

1 comentario:

  1. Demasiado. Está tan yacente y silencioso que aunque lo haga a la vista de todos no se ve. je je je.

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