domingo, 14 de noviembre de 2010
Desenlace
Hubo que esperar el estallido
de ese cielo gris.
Hubo que esperar el granizo
destruyendo escenarios,
máscaras y silencio.
Los vestidos,
las palabras,
dos metros
tres centímetros
y esta asfixia.
Un hilo cruzado en la garganta,
tu mirada perdida
a un solo paso
y el eco de tu voz:
desmezcla de tu imagen.
Un salto al vacío
de libros como hijos
despojados de nombre.
Y no estabas
en lujuriosos pasillos
de estudiantes.
Anoche
sólo soledad
vestíbulos oscuros
de escaso tránsito
el tiempo cristalizado
en este cuarto de pensión
y te dejé ir.
Paula Putero
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