Una historia
que se escribe con un punto seguido,
idéntico párrafo sin escansión,
sin alivio,
sin respiro.
La sala iluminada
entre cuadros que dibujan
imágenes y sonidos,
música entre hojas
envueltas de olvido,
eco de viejas palabras,
sonrisas sin disfraces
y los ojos
abiertos
sorprendidos.
Demorar un abrazo,
un descanso interrumpido.
Te encuentro,
me encuentro,
te dejo
me dejo en este sueño,
sólo un sueño
-las cinco de la mañana-.
Paula Putero
Sólo un sueño: el reloj.
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