viernes, 1 de abril de 2011

Llueve


Llueve
la noche muda
ignora el suicidio de la última estrella,
tropieza entre nudos,
menudos silencios,
palabras cortas,
cortan las sílabas
que se disparan,
se desploman en un puño apretado,
puñados de sílabas,
punzantes conjugaciones de letras sin sentido.

Llueve
y la garganta agrietada,
agonía de un teléfono desierto
en alguna habitación.

Llueve
y hay migas de aire comestible
y una carta perdida
se deshace en un pantano.

No hay poemas de amor y lluvia
cuando el hielo
seca,
quema mi cuerpo.

Paula Putero

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