viernes, 25 de junio de 2010


Querida Sofi:

Esta carta no se dirige a ningún lugar físico. Sería absurdo. Sin embargo, tengo el propósito de escribir y contarte alguna de las cosas que pasaron desde que ya no estás.

Con las chicas nos estamos escribiendo bastante, siempre hablamos de lo mismo: tu ausencia, tu estúpida e inentendible muerte, alguna cosa del trabajo o de los hijos que en este contexto, te cuento, no paran de crecer y parecerse cada vez más a sus madres. Excepto por Gusti, que lo vi hace poco en una foto con Sebastián y entendí que ese último hijo, lo hiciste sólo para tu marido, fue un regalo.

También, como podrás imaginarte (vos que siempre tuviste tanta imaginación) en internet, hubo un furor de fotos tuyas. La primera tanda que vi, me hizo llorar de rabia, era de apenas algunos meses antes de tu muerte.

¿Qué hacés todavía en las fotos? ¿cómo se te ocurre quedarte presa en el plano?. No he querido volver a ver ninguno de los videos de campamentos y guisos porque seguro estás ahí y no logro entender si sos vos, si de verdad sos vos la que habla y se mueve, la de la letra redonda y los dibujos de la secundaria...

¿Esas fotos tuyas, esos videos, esas letras, son vos? ¿esa voz sigue siendo tuya?.

Tus fotos, debo confesar, que se parecen bastante al recuerdo que te tengo y el sonido, el sonido de tu voz en los videos me parece tan tuyo, que no entiendo si todo esto es un accesorio, una extensión de tu vida, una prueba más o menos fiel de que exististe, o verdaderamente sos vos la de la foto, vos la de la voz y tendríamos que organizar una expedición para rescatarte de esos lugares donde el tiempo se congeló y quedó tu carne de papel, tu carne de píxel, tu voz: ondas medidas en frecuencia repitiendo esas mismas palabras una y otra vez, una y otra vez. Festejando que llegamos al 2000 y no se acabó el mundo y nos pusimos borrachas, hicimos ese asado que se quemó, nos reímos tanto... ¿te acordás? lavamos los platos con ceniza y al otro día tenías los labios negros de vino. No, no quiero volver a ver ese video.

Estoy indecisa, cuando no quiero creer en la vida después de la muerte, pienso que la materia se transforma. Entonces, si yo tomara una flor que creció al lado de tu tumba, a lo mejor, en ese acto floricida, estaría arrancándote un pie...

... Bueno, bueno, no te burles de mí, no te hagas la canchera nena! ahora que entendés la muerte y me sacás ventaja.

Me paso de imbécil cuando me limo las uñas y digo: ahí va, polvo de mí, o uno no cosecha los pelos que siembra.

Lo malo es que te escribo a vos y es muy probable que le escriba sólo a tu recuerdo. De cualquier manera es algo tuyo... no te estoy inventando, sé quien fuiste y puedo probarlo... No te rías estúpida, no te rías! O te arranco un pie de raíz.

Yanina Escalante.

3 comentarios:

  1. Hola!
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    Catherine

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  2. Bellisima la carta, puro amor, pura poesía!

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