miércoles, 21 de octubre de 2009

Treinta y pico


Sentada en un bar,
Esperando un llamado.

Treinta y pico de frases,
Cruzadas,
Invadían en mí.

Solo una de aquellas,
Es la apropiada.

¡No me abandones! ¡No lo hagas!

La juventud fresca,
Ingenua.
Consolaba mi existencia.

La moral aparente,
Entre nosotros.
¿Recuerdas?

Amantes de los bosques.
Inquietantes sábados,
Donde éramos uno.

Mariana Benitéz

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