sábado, 3 de octubre de 2009

He conocido una pobre muchacha


Ví sus ojos
clamando calor
Sus manos en alto
apuntado al sol.

Ví su cuerpo
librado al azar
Y su alma eterna
a gritos cantar

Tambor melodioso
lejano
me llama.
Su recuerdo intacto
anido, descansa
entre flores sin dueño
gritan que extrañan
verdes caricias
que nadie reclama.

Palabras se clavan
no salen
se lavan.
Se estancan
se acaban
mueren
no hablan.

He conocido una pobre muchacha
Sin sueños
Sin ganas
Sin brillo
Sin nada

He conocido una pobre muchacha
que duda
que teme
arremete
avanza.

Mariana Cabrera

No hay comentarios:

Publicar un comentario